Para ir terminando nuestra investigación sobre las frutas, dedicamos esta jornada a ellas.
No solo hemos conocido un montón de frutas, comunes y no tan comunes, sino que también hemos descubierto para qué es bueno comer fruta, por qué es importante sustituirlas por las chuches, y es que hoy hemos descubierto que la fruta está muy dulce y eso nos encanta. Y si está menos dulce siempre podemos echarle azúcar y será más sano que las chuches.
Puede que algunas nos nos gusten, pero hoy hemos visto que hay muchas y con sabores muy diferentes, y entre todas ellas podemos encontrar algunas favoritas.
Observamos todas las frutas que hemos traído entre todos. Algunas nos llamaban la atención, nunca las habíamos visto. Las tocábamos, las olíamos y hasta las cogíamos. Algunas pesaban muchísimo. Otras tenían una textura curiosa.
Antes de preparar nuestra Macedonia de verdad, jugamos a un juego de memoria.
Todos habíamos traído una fruta, algunas repetidas, pero eso daba igual.
Muy concentrados el primero comenzaba diciendo...
"En la macedonia de mi clase eché..."
El primero del juego repitiendo esta misma frase eligió una fruta para "echar" a nuestra macedonia, el siguiente, repitiendo esta misma frase tenía que decir la fruta de su compañero anterior y la suya, y así sucesivamente con todos.
Nunca habíamos estado tan concentrados escuchando la fruta que decía nuestro compañero, pues teníamos que recordar y asociar una fruta diferente a cada uno. Si nos confundíamos, teníamos que volver a empezar. Entre todos nos ayudábamos un poco. Nos lo hemos pasado genial ejercitando la atención, la memoria y la expresión oral.
¡Y lo habéis hecho como auténticos mayores!
Después de saber que en una macedonia había que echar un montón de frutas diferentes, mezclar sabores y colores, nos pusimos manos a la obra. Insistimos en la importancia de lavarnos las manos para tocar los alimentos, limpiar los espacios de trabajo, los utensilios y también la fruta.
Con todo limpio, le proponemos cortar a ellos la fruta en pequeños cachos.
pero... ¿cómo? decían algunos
¿con cuchillo?
Explicamos que los cuchillos de casa solo les pueden manejar papá y mamá, porque cortan mucho y son peligrosos. Pero la fruta como está blandita, podríamos partirla en cachos nosotros mismo con cuchillos de plástico, parecidos a los de la plastilina, con los que no nos podríamos cortar nosotros mismos.
Para que fuese más fácil, las profes pelaron la fruta con cuchillos de verdad, pero como había que trocear la fruta, necesitábamos un montón de ayudantes.
Eso nos encantaba, poder cortarlo nosotros mismos y experimentar con ello. Así que trabajamos la motricidad fina esta vez con la fruta.
Muy pronto pudimos ver el resultado de nuestro trabajo y saborearlo.
Nos encantó probar diferentes sabores juntos, buscar y reconocer en nuestro vasito las frutar cortadas y elegir nuestro sabor favorito.
Cuando terminamos nuestro vasito de fruta, algunos querían repetir algunos sabores de fruta que nos habían sobrado. Otros preferían beber más zumo de algunas frutas que habíamos exprimido. Por mayoría, ganaron las uvas rojas, que no dejamos ni una, la profe nos quitó las pepitas que eran un poco grandes, y nos las comimos fenomenal. Aunque nos terminamos todas las piezas que habíamos traído entre todos.
Pero si algo descubrimos durante esta jornada, es que entre todas las frutas que teníamos en clase, había una que no era dulce.
¡El limón!
Con el que aprendimos a diferenciar sabores. Algunos pusimos en funcionamientos el sentido del gusto y nuestras papilas gustativas y experimentamos sensaciones diferentes con respecto al resto de fruta.
El limón es ácido/agrio. Y pronto seremos capaces de asociarlo a otros sabores similares, por ejemplo el vinagre.
Una vez todo comprobado, resolvimos muy bien nuestras fichas.
Gracias familias por hacer posible esta actividad y colaborar con la fruta que os había tocado.
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