Hoy Jacinto, nos había propuesto adivinar una fruta que estaba creciendo de una planta de nuestro huerto, así que después de buscarla, llevamos la planta a la clase y la analizamos.
Vimos que debía tratarse de la planta de la fresa. Aunque estaban de color verde, enseguida entendimos porqué. Observamos sus flores, cómo estaban creciendo las fresas y pronto descubrimos que cuando pasase el tiempo se pondrán muy rojas, y que ahora verdes, estaban duras y no se podían comer.
Jacinto en su huerta, ya había recogido un montón de fresas y nos las había traído. Así observamos muy bien que algunas todavía no estaban del todo rojas, pero que ya eran más grandes y se podían comer.
Las tocamos, las olemos, descubrimos para qué son buenas las frutas y aprendemos un truco. Con las fresas podemos limpiar nuestros dientes.
Leire enseguida se dio cuenta de que las fresas se parecen a nuestras lenguas.
Pronto nos preguntamos cómo se podrían comer las fresas, si habría que pelarlas, si al partirlas tendrían zumo como las naranjas...
Enseguida dimos ideas, pero necesitamos partir la fresa para observarla por dentro y ver si sería fácil sacar el zumo de las fresas. Al partirla por la mitad y apretarla con la mano pudimos comprobar que no.
¿Cómo podríamos hacer zumo de fresa?
Enseguida pensamos en el exprimidor, pero algunos lo descartaron.
Con alguna pista, muy pronto Óscar nos sacó de dudas:
¡LA BATIDORA!
La batidora puede triturarlo todo, aunque a penas las frutas tengan zumo, podemos machacarlas con ayuda de esta máquina.
Enseguida quisimos probarlo, pues ya sabéis que somos súper fuertes.
Un equipo nos ayudó quitando las hojas de las fresas, luego fuimos pasando todos por la batidora para probar y ver cómo nuestras fresas se convertían en zumo.
Lo hicimos con mucho cuidadito, las máquinas nos encantan.
Como siempre, necesitábamos ayudantes que nos fuesen llevando el número de fresas que necesitábamos añadir en cada momento. Así que pusimos en marcha nuestros conocimientos matemáticos para contar as fresas que Ana nos mandaba para pasarlas por la batidora.
¡Lo hemos hecho fenomenal!
Algunos pensamos que nunca habíamos tomado zumo de fresa, lo más seguro es que hubiésemos tomado el zumo de fresa en batido y para ello necesitábamos lácteos.
Explicamos la procedencia de la leche y del yogur y decidimos mezclarlo con el zumo de fresa para hacer batido.
Otro grupo nos ayudo a mezclarlo.
Los colores y el olor, nos provocaban mucho apetito.
Seguidamente, otro equipo se especializó en servir los batidos, como la jarra pesaba un poquito, Ana nos ayudaba para no desperdiciar demasiado.
¡No era tarea fácil!
La presentación es muy importante, así que en equipo adornamos nuestros pequeños batidos con pajitas y unas fresas.
¡Qué chulo y qué ganas de probarlo!
Cuando preparamos los batidos de todos, fuimos saliendo a brindar y a saborear nuestro propio batido.
¡No dejamos ni gota!
Después de nuestro nuevo experimento, resolvimos muy bien nuestras tareas.
Coloreamos los grupos de fresas en los que hay tres:
Marcamos los alimentos que salen de las plantas:
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